“En el MIR empieza todo”. Entrevista a M. Carme Mitjana, médico de cabecera
Hoy, aprovechando que es el Día internacional del Médico Interno Residente, entrevistamos a M. Carme Mitjana (N. Col. 14091), médico especialista en medicina familiar y comunitaria que actualmente trabaja en el CAP de Casc Antic de Barcelona (Ciutat Vella), donde estuvo ejerciendo como directora del mismo durante cinco años.
M. Carme nos explica cómo afrontó ella el MIR, qué cambios ha habido desde entonces en cuanto a la manera de estudiar y en relación a la residencia y, además, nos da su opinión sobre la app de MIRIAL como herramienta de estudio. ¡No te lo pierdas!
Sobre ti
¿Nos puede explicar un poco sobre ti? ¿Cuál es tu especialidad, dónde trabajas y cuánto tiempo hace que ejerces?
Me llamo M.Carme Mitjana Sanfeliu, soy médico especialista en medicina familiar y comunitaria, es decir, médico de familia. Saqué mi plaza del MIR en 1979 y realicé mi residencia en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Después trabajé cinco años como médico adjunto en un centro piloto de la Mina (Barcelona), y finalmente obtuve mi plaza fija en el CAP de Casc Antic de Barcelona (Ciutat Vella), donde trabajo desde hace treinta años.
Preparación para el examen MIR
¿Recuerdas cómo fue tu preparación mientras estudiabas el MIR?
Yo vivía en Barcelona y cuando empecé a estudiar para el MIR volví a mi pueblo natal (Vilanova de Bellpuig, Lleida). Acabé la carrera en julio, me colegié y en agosto empecé a estudiar. Podemos decir que me encerré en casa todos esos meses, desde mediados de agosto hasta principios de diciembre. Estudiaba diez horas diarias. Paraba para comer y a media tarde.
Lo recuerdo como una rutina fácil, no era complicado. No iba por academia, ya que en esa época ni existían. La gente estudiaba así; se encerraba en casa y estudiaba con mucha calma. Ahora las cosas han cambiado mucho, especialmente la manera de estudiar.
¿Recuerdas el día del examen MIR? ¿Cómo fue?
Lo recuerdo mucho, ¡y tanto! Me examiné en Bellvitge. No recuerdo ponerme demasiado nerviosa; sí un poco por las cosas más técnicas y quizás más absurdas (que me funcione el bolígrafo, que no se equivoquen con las hojas…). El examen duró cuatro horas y media, pero era tiempo más que suficiente.
¿Qué significado tiene para ti el MIR? ¿Y para los médicos en general?
Para mí es la primera meta que te permite avanzar después como médico. Debes asumir muchos conocimientos en unos meses para después escoger bien tu plaza. Aprendes mucho durante el estudio, pero sobre todo cuando empiezas a ver a pacientes de verdad y, por lo tanto, cuando inicias tu residencia. Ésta es una época inolvidable. En el MIR empieza todo.
¿Crees que una aplicación como MIRIAL puede ayudar a los futuros MIR a estudiar, y a mejorar su rendimiento en el examen? ¿De qué forma?
¡Por supuesto! Me parece que puede ser de muchísima utilidad. En mi época no había nada de esto, nuestro examen MIR era más "artesanal", más "interior". Así que una aplicación de este tipo me parece una muy buena herramienta para aprender, retener información y, además, divertirte con tus compañeros de una manera diferente. Es muy importante disponer de preguntas muy variadas y de diferentes niveles de dificultad para rendir al máximo, por lo que me parece una buena opción.
¿Cómo se estudiaba antes y cómo se estudia ahora el MIR? ¿Crees que esto ha cambiado?
Sí, ha cambiado mucho todo. Antes, como decía, no había academias, por ejemplo. Ahora hay multitud de academias, mucho más intercambio de información y conocimiento entre los alumnos, se crean grupos de estudio… Antes era más "cerrado" todo; estudiabas desde casa solo, te encerrabas y casi ni salías hasta el día del examen. Nos lo tomábamos de otra manera creo, era un estudio más interiorizado.
¿Qué consejo les darías a los actuales estudiantes del MIR?
Les diría que disfrutaran del proceso de estudio, que estudiaran concienzudamente y que asentaran mucho los conocimientos antes de seguir avanzando temas. Cada persona debe encontrar las estrategias que le resulten más eficaces; todos tenemos una. Pero, sobre todo, que se lo tomen con calma, que se organicen bien y que descansen.
¿Crees que un examen como el MIR refleja realmente los conocimientos de los estudiantes y que, por lo tanto, es una buena vía de acceso (o "filtro") a la sanidad pública?
Para mí sí, sin duda. Creo que es una buena vía para discriminar o filtrar a los estudiantes mejor preparados, aunque lógicamente cuando superas el MIR no te sientes médico aún, ni si quiera cuando empiezas la residencia. Te queda mucho por aprender.
Pero sí pienso que el examen MIR es una buena metodología, porque al fin y al cabo partimos todos de las mismas condiciones. Después cada uno hace su camino; hay médicos que destacan y triunfan, que hacen "grandes cosas", y otros que trabajan de forma más silenciosa pero constante y digna, ayudando sin parar y muy cerca de sus pacientes.
Elección de la especialidad médica
¿Qué plaza obtuviste y cuántas plazas había?
Saqué la plaza número 1.203. En aquella época la lista de plazas de medicina era conjunta con la de plazas de farmacia (había 1 plaza de farmacia por cada 4 de medicina), por lo que mi plaza "real" era la 780 aproximadamente. De plazas para médicos había unas 2.800, y nos habíamos presentado unos 12.000.
¿Cómo fue la elección de tu especialidad?
Siempre había tenido claro que quería estudiar medicina de familia. Me gustaba también la reumatología y la anatomía patológica. Cuando escogí mi plaza, tan solo era el segundo año que ofrecían plazas de medicina de familia, por lo que era una especialidad prácticamente nueva. Además, poca gente la quería, ya que no la consideraban de prestigio. Recuerdo que ese año fui la segunda persona que escogió medicina familiar en Barcelona.
Residencia MIR
¿Cómo fue tu etapa como MIR?
Muy y muy buena, llena de ilusión, aunque también hubo obstáculos. El año que yo empecé entramos diecisiete residentes de medicina familiar en Vall d’Hebron. Éramos muy diferentes los unos de los otros, pero teníamos muchas ganas de trabajar y de ayudar. Aprendí mucho.
Además, tuvimos que luchar mucho desde esta especialidad porque como decía, era una especialidad nueva, y éramos como "residentes de segunda". Sin embargo, cuando acabamos la residencia se nos empezó a valorar, e incluso nos venían a buscar porque éramos los que sabíamos un "poco de todo".
¿Qué les dirías a los residentes que empiezan ahora su etapa?
Les diría que una vez escogen su plaza, pongan el alma en ella. Que piensen que esa será su especialidad, la que deberán cuidar y proteger, aunque hay muchas personas que cambian de especialidad, y eso tampoco es malo. También les diría que se encontrarán muchas dificultades a lo largo del camino, pero que por suerte también habrá en él muchas personas que les ayudarán. Y que de las personas que más obstáculos ponen en el camino, es de las que más se aprende.
¿Crees que han cambiado mucho las nuevas generaciones que inician su residencia, respecto a las de años anteriores? ¿De qué forma?
Sí, bastante. Ahora a los residentes se les cuida mucho; existe la figura del tutor (antes algo había, pero era diferente; teníamos un tutor general, para todos), hay muchísimo seguimiento y formación… Ahora están más "protegidos" los MIR, las responsabilidades son diferentes y la manera de trabajar también. Antes nos dejaban más solos, estábamos en la primera línea de batalla y nos teníamos que espabilar.
Sanidad Pública
¿Qué aspectos positivos remarcarías de la sanidad pública actual? ¿Y aspectos negativos?
Como aspectos positivos destacaría que la sanidad pública siempre ha apostado mucho por la gente formada, y que dentro de ella existen profesionales con muchísimo nivel. También han apostado mucho para mejorar las cosas, han empoderado a residentes y a médicos, y puedo decir que el cambio que se ha producido en la sanidad desde que yo empecé hasta hoy, ha sido muy positivo. Este cambio ha estado vinculado sobre todo a la atención primaria como primer eslabón del sistema.
Como aspectos negativos, diría que a lo largo del camino formándote como médico, te encuentras con personas bastante rígidas y que están muy adheridas al sistema y a cómo se ha hecho todo siempre. En este sentido, uno debe luchar mucho contra las cosas que ya están establecidas.